viernes, 29 de junio de 2018

DONDE, CUANDO Y COMO ESTUDIAR

-- Donde estudiar 
Se recomienda estudiar en un lugar donde se sienta cómodo, que sea un lugar tranquilo y no tenga distracciones, ya que en un lugar donde la persona que va estudiar no se sienta cómoda y se le presenten constantes distracciones le costara mas concentrarse en estudiar, lo cual tendrá sus repercusiones más adelante a la hora de aplicar lo que estudio.

En cuanto a la universidad donde estudiar, la elección de la institución donde deseas estudiar debe considerar distintos aspectos. Su calidad no necesariamente tiene relación con la publicidad que genera o el número de programas que imparte. Se deben considerar atributos como el prestigio de la institución y sus planes de estudio, nivel académico de los docentes, si está acreditada y por cuantos años, disponibilidad de recursos de apoyo a la docencia y el vínculo con otras casas de estudio destacadas en el extranjero.

Además, es importante tener en cuenta los beneficios estudiantiles que ofrece. En ese sentido, debes considerar:

Apoyo académico: Si la institución cuenta con tutorías de apoyo al rendimiento académico, talleres de orientación vocacional, programas de nivelación de competencias o inducción para alumnos nuevos, y cursos de idiomas.
Intercambio estudiantil: Si existen convenios con instituciones de Educación Superior en el extranjero y en otras regiones del país.

Bienestar estudiantil: Si entrega becas institucionales y de alimentación, atención médica, dental y/o psicológica, o cuenta con seguro de accidentes para sus alumnos.
Orientación laboral: Si posee bolsas de trabajo, talleres de emprendimiento o convenios con empresas para prácticas profesionales o técnicas.

Actividades extraprogramáticas: Si hay espacio para el deporte, talleres artísticos y culturales.
Igual de importante es conocer los posibles Beneficios y Ayudas Estudiantiles del Ministerio de Educación a los que podrías acceder estando en una determinada institución. Recuerda que para postular a algunas de las becas es esencial que la institución esté acreditada.

-- Cuando estudiar

Los profesionales de la psicología educativa han determinado que por cada hora de clases se deben estudiar dos horas. Todo esto nos lleva a concluir que en cualquier cosa requerirás invertir más tiempo en estudiar y hacer tus tareas. Ahora bien, la mayoría de los estudiantes universitarios principiantes desperdician una sorprendente cantidad de tiempo en actividades improductivas y carentes de sentido.

Si pasas el tiempo charlando con los amigos, paseando, o en la cafetería en vez de estudiar en la biblioteca, estarás desperdiciando lo que tal vez sea la hora de estudio más valiosa de todo el día.

La cantidad de tiempo que dedicas a una materia o contenido también dependerá de los niveles de cantidad que tiene para ti su comprensión, así como el volumen y la cantidad de material que esta representa. Dependerá también de tu capacidad de resistencia física y mental.

Como regla para la mejor inversión del tiempo al estudiar se ha encontrado que lo apropiado es: a) sesiones de dos horas con periodos cortos de descanso, digamos que de 5 a 10 minutos; o b) sesiones de 3 a 4 horas si el estudio incluye manipulación de materiales.

Los estudiantes, como todo ser humano, y más aun por su etapa de desarrollo, están repletos de vitalidad y energía física y mental, requiere diversificar sus acciones y pese a que su principal compromiso es estudiar debe dedicar tiempo a otras actividades.

-- Como estudiar
Si hubiera un método único fantástico para estudiar y asimilar toda la información mucho más rápido en lugar de pasarnos tantas horas, días o meses encerrados estudiando seguro que todos daríamos cualquier cosa por hacernos con el secreto. Hasta donde sabemos, por el momento nadie ha encontrado nada semejante. Sin embargo, diversos estudios científicos han descubierto algunos factores que pueden influir en nuestra capacidad para aprender. Obviamente, conocerlos puede ayudarnos considerablemente a estudiar mejor y más rápido. 

1. Evitar los atracones de un día. En su lugar, planificar sesiones de estudio más cortas durante varios días

Las investigaciones demuestran que es mucho más eficaz realizar sesiones de estudio más cortas, de unos 20-30 minutos, a lo largo de varias semanas, que estudiar seguido durante horas en un mismo día o unos cuantos días.

2. Evitar estudiar por las noches y fijar unas horas del día concretas para las sesiones de estudio

Los estudios científicos han demostrado que las sesiones de estudio prolongadas durante la noche afectan negativamente a nuestro razonamiento y memoria y los efectos pueden durar ¡hasta 4 días! En cambio, si en su lugar establecemos unos horarios de estudio específicos a lo largo del día o la semana, estaremos creando una rutina de aprendizaje y a medida que nuestro cerebro se acostumbre a aprender en esos momentos, nos será cada vez más fácil estudiar.

3. Fijar metas u objetivos específicos para cada sesión

En lugar de estudiar de forma aleatoria, es mejor elegir un tema concreto y centrarse en él hasta entenderlo a la perfección. Una forma de saber que puedes pasar a otro tema, es explicar ese tema a otra persona de forma sencilla, si no se puede, es mejor estudiar un poco mas.

4. Hacer fichas esquemáticas con la información principal de lo que hemos estudiado

En lugar de pasarnos horas subrayando libros y releyendo una y otra vez los apuntes, resulta mucho más práctico hacer unas fichas esquemáticas durante la primera lectura. Posteriormente, podremos revisarlas en las horas de estudio o en cualquier otro momento del día mientras esperamos en la parada del autobús o en la consulta del médico, etc. De ese modo, iremos mejorando poco a poco nuestra comprensión de cada tema y nos será más fácil identificar los conceptos clave y relacionarlos entre sí. Además, también podremos consultarlas poco antes del examen, a modo de último repaso. Los post-it de colores son muy interesantes para esto.

5. Estudiar cada tema como si tuviéramos que dar una clase sobre él

Como parte de un estudio se pidió a un grupo de estudiantes que estudiaran un tema. A una mitad se les dijo que después deberían realizar un examen, mientras que a la otra mitad se les dijo que tendrían que explicar el tema a otros estudiantes. El resultado fue que estos últimos mostraron una mayor comprensión de los puntos principales. Básicamente, cuando nos preparamos para enseñar, nuestro cerebro organiza la información de forma diferente, como parte de una estructura más lógica y coherente. 

6. Practicar, practicar, practicar... y volver a practicar una y otra vez

La práctica lo es todo. No basta solo con estudiar, además, debemos hacer ejercicios y cuestionarios relacionados. Esos ejercicios no solo ponen a prueba a nuestro cerebro en situación, sino que una vez corregidos, nos servirán para identificar posibles errores y lagunas de conocimiento. En caso de pruebas cronometradas la práctica también nos ayudará adaptarnos a los tiempos. Además, los estudios han demostrado que la práctica mejora nuestra confianza y, con ella, nuestro rendimiento.

7. Tener un lugar de estudio fijo y adecuado

Todos los estudios indican que lo mejor es tener un lugar de estudio fijo en el que tengamos a mano todo lo que podamos necesitar, en lugar de estar cambiando de sitio cada día. Al igual que los horarios establecidos estudiar siempre en el mismo sitio ayuda a nuestro cerebro a crear una rutina de estudio asociada a ese lugar, de forma que cada vez nos será más fácil estudiar en él.

8. No llevar el teléfono móvil al lugar de estudio

Cada vez es más habitual ver a gente estudiando con el móvil a su lado sobre la mesa. ¡No lo hagas! Los mensajes y otras notificaciones que recibimos en los móviles son uno de los mayores elementos de distracción hoy en día a la hora de estudiar o de hacer cualquier otra cosa. Es muy importante guardar el móvil y ponerlo en silencio cuando vayamos a estudiar; o mejor, dejarlo en otra parte de la casa para evitar la tentación de mirar a cada rato si hemos recibido algo.

9. No escuchar música mientras estudiamos

Aunque algunos estudios parecen indicar que escuchar música clásica puede aumentar nuestra concentración, otro estudio reciente ha demostrado que estudiar con un sonido rítmico de fondo puede dificultar la concentración y que los que estudian sin música obtienen mejores resultados. 


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